A través de la historia el hombre se ha visto en la necesidad de medir terrenos y de realizar proyectos que representan fielmente los accidentes de la tierra para poder utilizarlos en las diversas actividades de su vida diaria. Por esto se ve en la necesidad de ingeniar varios métodos para hacer mediciones y entre estos encontramos la cinta y jalón para el levantamiento de un lote teniendo como referencia las longitudes de las jornadas solares y las medidas corporales (pies, brazas...). Se conocen desde hace 2.500 años a.C. en el Cercano Oriente algunos planos y mapas esbozados.

Las cadenas y cuerdas que los babilonios y egipcios usaban en el año 3000 a. de C., el avance que supuso el Nomon y la dióptria, la introducción de la medida indirectas de distancias sobre el año 1300, el lento y costoso perfeccionamiento de los anteojos y de la medición angular han dado su fruto y resultado dando como resultado el Teodolito.

Hasta la década de los 90, los procedimientos topográficos se realizaban con Teodolitos y miras verticales. Con la introducción en el mercado de las estaciones totales electrónicas, de Tamaño reducido, costos accesibles, funciones preprogramadas y programas de aplicaciones incluidas, la aplicación de la taquimetría tradicional con teodolito y mira ha venido siendo desplazada por el uso de las estaciones y los GPS.