UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA
VIADUCTO MILLAU
EL VIADUCTO MILLAU EN CIFRAS: Una obra concedida al grupo Eiffage por 75 años, trás la puesta en servicio del viaducto, y de una exigencia de funcionamiento perfecto para un periodo mínimo de 120 años. Una inversión de 320 millones de euros (2,1 mil millones de francos) financiados en fondos propios por Eiffage.
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Altura total (al vértice de las pilas): 343 m. (Torre Eiffel: 320,75 m.)
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Altura del tablero por encima del Tarn: 270 m.
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Longitud total: 2 460 m.
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Los tramos 8 en total (6 de 342 m. y 2 de 204 m.) reposan sobre 7 pilas y sostenidos por vientos fijados a 7 pilas de 90m de altura cada una.
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Atura de la pila más alta (hormigón): 240 m debajo de tablero.
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Tablero de acero: 36000 toneladas de armazón metálico (7 veces la torre Eiffel).
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Hormigón de los estribos y pilas: 85 000 m3 de los cuales más de 50 000 m3 de hormigón de altas prestaciones (igual o superior a B60), o sea en total más de 205 000 toneladas de hormigón (40 veces la Torre Eiffel).
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Superficie de las pilas de hormigón: – a base de los zócalos de fundación: 200 m2 – debajo del tablero: 30 m2
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Pendiente: 3 % aproximadamente (subida en el sentido Clermont-Ferrand-Béziers)
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Barrera de peaje: 18 vías cubiertas por una cubierta realizada con la tecnología BSI (Hormigón Especial Industrial), en Ceracem (cerámica de cemento moldeable en frío) patentada por Eiffage Construcción.
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Plantilla en el sitio durante la obra: 500 personas aproximadamente (fuente Eiffage).
El viaducto en todo su trayecto está apoyado sobre siete pilastras de hormigón huecas que sostendrán el tablero tendrán alturas que oscilarán entre 70 y 245 metros y descansarán cada una en una base de hormigón apoyada sobre pilotes anclados a una profundidad de 15 metros. Por encima del tablero se sitúan los pilones metálicos donde se apoyan los tirantes de sujeción, que agregan otros 90 metros de altura a la obra.La obra de ingeniería, dirigida por Michel Virlogeux, está a cargo de la empresa Eiffage TP, tercer grupo francés y quinto europeo del sector de la construcción y obras públicas, mientras que Eiffel se encarga de los elementos metálicos.
Esto mitigará el impacto de las inclemencias meteorológicas -nieve, viento, frío- y los peligros del trabajo a gran altura. Además, los operarios cuentan con cabinas con zona de descanso y comida, sanitarios y ascensor, lo que implica un hito en cuanto a condiciones de seguridad laboral en este tipo de obras.
La seguridad es humana y también técnica, ya que las vigas metálicas transversales resultan mucho menos sensibles a los vientos laterales -uno de los problemas del proyecto- que las vigas voladizas de hormigón.
La colocación del tablero, por fases, se realizó mediante espectaculares maniobras. Los elementos, prefabricados en las plantas de Eifel, se instalaron por lanzamiento con tecnología hidráulica desde sendas plataformas situadas a cada orilla del río Tarn. “Usamos un sistema de traslado formado por 64 gatos hidráulicos controlados por computadora”, explicó Buonomo.
El lanzamiento requiere la instalación de cinco pilotes metálicos provisionales, que sirven de apoyos intermedios entre dos pilastras consecutivas, para los vanos más largos. Estas estructuras, de 175 metros de altura, se arman utilizando sistemas telescópicos que optimizan las condiciones de seguridad al limitar las alturas a las que operan los trabajadores a 12 metros como máximo.
El lanzamiento de un puente consiste en construir su tablero sobre las plataformas de acceso y empujarlo con la ayuda de gatos hidráulicos horizontales hasta que alcance su posición definitiva. Este procedimiento es muy conocido, eficaz y seguro para vanos pequeños o medianos.
Cada uno de los tramos del tablero, equipado con un pilón y puntales provisionales en el extremo, avanzarán el uno hacia el otro, y quedarán soldados una vez unidos, a más de 245 metros de altura. Entonces, otros cinco pilones metálicos, en forma de Y invertida, se encaminarán hasta su posición final, “donde se levantarán por vaivén”, revela Buonomo. Los siete pilones también son prefabricados y ensamblados in situ en un área especial en la parte posterior de los estribos. El conjunto de los puntales (superficies centrales) está pensado para armarse y tensarse.
Los tramos del puente avanzan guiados por GPS
Las obras comenzaron en el año 2001 y hacia mediados de 2003 se llevó a cabo la instalación del segundo segmento del tablero a partir del pilar sur, mediante deslizamiento a una velocidad de 8 metros por hora y guiado por GPS. Así se salvó una brecha de 90 metros sobre las gargantas del río Tarn. En julio se realizaron los primeros avances por el lado norte, donde se colocó un tramo de 171 metros de tablero por el mismo procedimiento.
En octubre de 2003 se levantó el pilar P2, de 245 metros de altura. Las siete pilastras tienen que construirse en 16 meses, “un imperativo que nos hizo optar por acciones simultáneas, tratándose cada pilastra como una obra totalmente independiente con su propia grúa”, dice Pierre Martín, responsable de Eiffage.
Este tipo de montaje, al reducir el volumen de materiales que se coloca in situ, también contribuye a disminuir el impacto ecológico, ya que requiere menos maquinaria y camiones, menos material inerte para transportar y menos ruidos ambientales.
En total costará 320 millones de euros, 300 para la obra y 20 para la estación de peaje, cuya concesión explotará la Compagnie Eiffage du Yiaduc de Millau durante 75 años después de su puesta en servicio.
Seis veces más pesado que la Torre Eiffel: La construcción e instalación del tablero, de 36.000 toneladas, seis veces el peso de la Torre Eiffel, significó todo un desafio técnico. Se optó por uno metálico por ser más liviano, pero sobre todo por las condiciones de seguridad. “Un 96 por ciento de las horas trabajadas por los obreros transcurre sobre plataformas, por la parte de atrás de los estribos”, subraya Marc Buonomo, responsable de Eiffel.